El tiempo parece acompañarnos: la niebla y el chirimiri hacen mas ameno nuestro camino
A las 6 de la mañana es complicado decir que una se despierta con alegría para hacer el camino, pero lo cierto es que a esa hora el pelegrino emprende su viaje.
En el hotel La Cabaña donde nuestro grupo se aloja nos sirven un copioso desayuno para acoplar fuerzas y nos echamos al polvo mojadito del camino.
Los cruceiros nos van guiando
Estas obras de piedra que nos indican los cruces de camino están cargadas de simbolismo, de imágenes bíblicas y diabólicas que nos gusta ir descubriendo.
El camino nos lleva por aldeas dispersas por la campiña gallega, el camino va paralelo a la carretera, no es tan atractivo como el del dia anterior pero a veces nos encontramos con algunas sorpresas...
Por la tarde, la visita imprevista a Lugo aporta un poco de color A una jornada donde el cansancio y los tirones tambtambién acompañan al pelegrino que nunca va solo...
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